La salud es descrita de muchas formas, por ejemplo, se considera como una condición dinámica de resiliencia a factores estresantes y la posibilidad de recuperarse ante los insultos del día a día para mantener un equilibrio interno. Por otra parte, también se define como un concepto muy positivo que involucra estados satisfactorios de bienestar físico, mental, económico y social.
Por otra parte, las enfermedades, son estados anormales en donde el organismo está comprometido, ya sea de forma estructural o funcionalmente (20).
Todos los organismos conocidos hoy en día tienen enfermedades, sin embargo, hay enfermedades que pueden provocar la muerte prematura, por ejemplo, cada año mueren millones de personas a causa de enfermedades no transmitibles como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedades neurodegenerativas y muchos tipos de cáncer.
En todo el mundo, los pacientes con una o varias enfermedades no transmitibles representan más del 30 % de la población, y entre el 70 y el 80 % de los recursos de salud pública se gastan actualmente en el tratamiento de estas enfermedades.
Las tasas de mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles son muy relevantes y se considera como foco de atención para autoridades de salud y la población en general, ya que, de acuerdo con proyecciones, para el año 2030, se considera que los datos se vuelven aún más preocupantes, llegando a representar el 80% de todas las enfermedades en el mundo (7).
Los principales orígenes de estas enfermedades se atribuyen especialmente a factores de riesgo conductuales como la mala nutrición, el índice de masa corporal elevado, fumar, beber alcohol y realizar poca actividad física.
Por lo cual, las medidas principales para evitar que las proyecciones se vuelvan datos reales, se tienen que modificar conductas como la alimentación.
Al respecto, la dieta adecuada, ha simbolizado objeto principal de protección o prevención de enfermedades y como una medida para alcanzar estados de bienestar y equilibrio (10).
Dentro de las aproximaciones como apoyo al tratamiento y prevención de enfermedades, se están desarrollando varios agentes compuestos biológicamente de activos naturales como los nutracéuticos, que se consumen en forma de suplementos dietéticos y/o como alimento funcional (8).
La nutrición molecular, ha abierto un campo de oportunidades en donde en la prescripción de una dieta, cada nutriente no sólo es parte del alimento para saciar el apetito, sino que, a través del conocimiento técnico de su funcionamiento a nivel celular y de organismo, pueda ser considerado el primer actor en la prevención de enfermedades, convirtiéndose en un fármaco en sí mismo: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento» (Hipócrates, padre de la medicina moderna en el año 460 A.C.).
La formulación de enikia fue seleccionada cuidadosamente identificando mecanismos que desencadenan las enfermedades no transmisibles más comunes como la obesidad y la diabetes.
Los componentes de la fórmula de enikia, fueron evaluados en diferentes modelos de estudio, de forma individual y como fórmula completa, hasta identificar los mejores efectos en sistemas que imitan estados de enfermedad (como forma de mejora en los síntomas de enfermedad) y en sujetos sanos (como forma de prevención) (1, 12).
Enikia participa activamente para promover bienestar y equilibrio al estimular la citoprotección celular ante los mecanismos de oxidación e inflamación crónica, así como la reactivación de varios ciclos enzimáticos relacionados con el metabolismo del azúcar, ácidos grasos y colesterol, aumentando la energía disponible en las células para una mayor funcionalidad y vitalidad.
Los ejemplos de administración de la fórmula demuestran que su ingesta es útil en personas sanas, y en pacientes enfermos, normaliza funciones alteradas relacionadas con factores negativos de diabetes, obesidad y/o síndrome metabólico (1, 12).